CONQUISTA DE TOLEDO (2 y final de conquista de Toledo)
(1084 A 1085)
El otoño de 1084 debió ser muy duro para los toledanos y a finales de 1084 Alfonso VI acampó su ejército frente a Toledo, cerca de Olías y ya no lo levantó.
No hubo lucha, para defender Toledo el rey musulmán
necesitaba el apoyo de los toledanos y una fuerte moral para luchar por su
causa, pero solo contaba con el odio de sus esquilmados súbditos. Además sus
arcas y almacenes estaban vacíos de alimentos y era imposible aguantar un
asedio militar.
Los reyes llegaron a un acuerdo, la capitulación de Toledo
se firmó el 6 de mayo de 1085,
Alfonso VI se mostró magnánimo, pues en ellas constaba que
todos los habitantes de Toledo salvaban su vida y la de su familia, respetarían
sus propiedades y su derecho a transmitirlas; sus habitantes tenían libertad de
permanecer o marcharse de Toledo. Se mantenían los tributos, de hecho se impuso
el diezmo que pagaban los toledanos como tributo, conservarían la mezquita
mayor para el culto musulmán y el rey Alcádir tendría la posesión del reino de
Valencia a donde se trasladaría y Alfonso VI le protegería.
El 25 de mayo de 1085 entró Alfonso VI en Toledo, lo cual supuso un cataclismo para los musulmanes peninsulares, en cambio para los cristianos supuso uno de los golpes decisivos para su predominio, la frontera o marca entre los dos mundos se trasladó del Duero al Tajo.
Alcádir hasta entonces rey de Toledo, se retiró como rey de
Valencia y hasta Valencia le custodió Álvar Háñez y su hueste.
La estrategia de Alfonso VI en la toma de Toledo se puede
entender con claridad en las memorias encontradas en la mezquita de Fez, del
rey Zirie de Granada, Abd Alladb, coetáneo de Alfonso VI y que pone lo
siguiente en boca de Alfonso VI:
“Lo que debo hacer
es inclinar a los príncipes musulmanes unos contra otros y tomarles
continuamente dinero para debilitar sus recursos y agotarles. Una vez que así
lo consiga no tendrán otra solución que la de someterse y entregarse a mí
espontáneamente. Es lo que ha pasado en Toledo que voy a tomar y lograr sin
esfuerzos, gracias al empobrecimiento y a la división de sus habitantes, así
como a la fuga y entrega de su soberano”.
En 1085 los ejércitos castellanos eran imparables para los reyes musulmanes, además de tomar Toledo, sitiaron a Zaragoza musulmana, guerreaban contra Granada, habían tomado el castillo de Aledo desde donde partían correrías por Murcia y Almería. Los reyes musulmanes de las taifas andalusíes estaban desmoralizados y eran incapaces de oponer resistencia militar a los cristianos.
Imágenes:
Cuadernos
manchegos, Condado
de Castilla, Medina Mudéjar, Toledo monumental,
Tripadvaisor.
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