He estado mirando por internet y he visto muy poca información sobre la celebración de esta fiesta en mi pueblo. Por eso me lanzo a contar aquí lo que representaba para mí o más bien lo que queda en mi memoria, y eso que no hace mucho tiempo.
La merienda constaba de "Pie de puerco" (pata de cerdo cocida sin ningún tipo de salsa), chorizo de cantimpalo (también cocido, recomiendo El acueducto), y un huevo cocido, para darle alegría a estos tres manjares se preparaba el llamado salpimentado (Sal, pimienta, cominos y pimentón dulce, machacados y mezclados en el almirez). También eran imprescindibles una naranja bien gorda para que pudiese rodar por el cerro San Gregorio (y digo yo también por el de San Blas) y una rosca de pan duro (y no por llevar mucho tiempo hecha), con granos de anís y que estaba bien buena.
También tenía su postre, postres o plato único de muchos niños, como dulces serios y de provecho estaban las tartitas de piñones y los perniles, para quien no lo haya conocido, la tartita de piñones era propiamente una tarta pequeña (un mojicón dado la vuelta y de tamaño dos raciones de postre en cualquier pastelería ahora), totalmente cubierto de piñones y una guinda pegada arriba con matequilla. Los perniles eran figuras de unos 7 ó 8 centímetros de mazapán con forma de jamón, en la parte central con relleno de dulce de calabaza. También se podía llevar toledana, bizcocho de canela, rosquilla de Santa Clara, rosquilla gloria, hueso de San Expédito, yemas de huevo amarillas o blancas, etc.
Después de esto venía lo que hoy escandalizaría a médicos, nutricionistas , dentistas, ministros de sanidad, consejeros de lo mismo y demás autoridades sanitarias, que recuerde : Botellita de licor (pero licor, licor), figura de chocolate de buen tamaño (Una pistola, un futbolista, una bota, una muñeca, etc.) , paquete de cigarrillos de chocolate (de todas las marcas), cerillas de azúcar, y un sinfín de figurillas de azúcar de lo más atractivo.
En un comentario de recordaron que había un error para mí imperdonable, y era el segundo, el anterior fue no incluir las rosquillas gloria, en este caso fueron las culebras de mazapán, y ya aprovecho para hacer acopio de nostalgia y cuento su proceso artesanal de modelado y adorno, que era todo un acontecimiento familiar en el que participábamos todos.
Mi padre hacía la masa de mazapán, que no se amasa se muele, después de molida la trabajaba en la mesa del obrador, heñía, luego hacía bolas según el peso correspondiente al tamaño de la culebra.
De la bola de mazapán con un pellizco se sacaba una bolita pequeña que se reservaba, hacía un cilindro que iba de más a menos grueso, en la punta más gruesa con un dedo hacía una pequeña rebaja para que hacer bien el juego al doblar la cabeza en la parte interna de la culebra enroscada, en un papel igual al tamaño interno de la caja se acoplaba el cilindro aplastándolo un poco, dando forma triangular a la cabeza se corta la punta con unas tijeras para hacer la boca. Tocaba coger la bola pequeña, de ella sacábamos dos bolitas pequeñas para pegar los ojos en su sitio, un cilindro pequeñito para la lengua que ponemos en la boca, y lo que queda para hacer una tableta pequeña para poner en mitad del cuerpo de la culebra, con un palillo se hacían los orificios nasales, las pupilas de los ojos y unas rayitas en la tabletita, las branquias. Pasaban al horno...
Una vez horneadas se colocaban en sus cajas y los pequeños rellenábamos el hueco de la parte central con trocitos de fruta escarchada. Mi padre preparaba azúcar glaseado líquido para decorar las culebras, se utilizaban cucuruchos de cartulina satinada (de los afiches de películas), de esto se encargaban en su mayor parte mi madre y mi tío Santiago, en mi caso si decoraba alguna era de las pequeñas y con dibujos geométricos, así lo recuerdo.
Javier Rodríguez Sánchez, hijo de Añover e Ismael.
Comentario de Félix Alejandro Sánchez Sánchez: Muy bien Javi. Todo eso lo llevábamos en una taleguita de cuadros con un nudo y la rosca por fuera. Dentro de la talega también cabía alegría, ilusión, compañerismo y risas. Era una talega muy especial.
ResponderEliminarJavi sete ha olvidado la culebra de mazapán, q las decoraba tu madre
ResponderEliminarLlevas toda la razón, el año que viene lo incluyo, al que mejor se le daba era a mi tío Santiago, un saludo y gracias
Eliminar¡Feliz día de San Blas!
Eliminar¡Feliz día de San Blas!
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