He estado mirando por internet y he visto muy poca información sobre la celebración de esta fiesta en mi pueblo. Por eso me lanzo a contar aquí lo que representaba para mí o más bien lo que queda en mi memoria, y eso que no hace mucho tiempo.
La merienda constaba de "Pie de puerco" (pata de cerdo cocida sin ningún tipo de salsa), chorizo de cantimpalo (también cocido, recomiendo El acueducto), y un huevo cocido, para darle alegría a estos tres manjares se preparaba el llamado salpimentado (Sal, pimienta, cominos y pimentón dulce, machacados y mezclados en el almirez). También eran imprescindibles una naranja bien gorda para que pudiese rodar por el cerro San Gregorio (y digo yo también por el de San Blas) y una rosca de pan duro (y no por llevar mucho tiempo hecha), con granos de anís y que estaba bien buena.
También tenía su postre, postres o plato único de muchos niños, como dulces serios y de provecho estaban las tartitas de piñones y los perniles, para quien no lo haya conocido, la tartita de piñones era propiamente una tarta pequeña (un mojicón dado la vuelta y de tamaño dos raciones de postre en cualquier pastelería ahora), totalmente cubierto de piñones y una guinda pegada arriba con matequilla. Los perniles eran figuras de unos 7 ó 8 centímetros de mazapán con forma de jamón, en la parte central con relleno de dulce de calabaza. También se podía llevar toledana, bizcocho de canela, rosquilla de Santa Clara, rosquilla gloria, hueso de San Expédito, yemas de huevo amarillas o blancas, etc.
Después de esto venía lo que hoy escandalizaría a médicos, nutricionistas , dentistas, ministros de sanidad, consejeros de lo mismo y demás autoridades sanitarias, que recuerde : Botellita de licor (pero licor, licor), figura de chocolate de buen tamaño (Una pistola, un futbolista, una bota, una muñeca, etc.) , paquete de cigarros de chocolate (de todas las marcas), cerillas de azúcar, y un sinfín de figurillas de azúcar de lo más atractivo.
Javier Rodríguez Sánchez, hijo de Añover e Ismael.
Comentario de Félix Alejandro Sánchez Sánchez: Muy bien Javi. Todo eso lo llevábamos en una taleguita de cuadros con un nudo y la rosca por fuera. Dentro de la talega también cabía alegría, ilusión, compañerismo y risas. Era una talega muy especial.
ResponderEliminarJavi sete ha olvidado la culebra de mazapán, q las decoraba tu madre
ResponderEliminarLlevas toda la razón, el año que viene lo incluyo, al que mejor se le daba era a mi tío Santiago, un saludo y gracias
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