SIGLO XVI (4 y final) 1560 A 1571

1560 a 1571, Madrid, Aranjuez, El Escorial, dos nuevas campanas en Añover y La Batalla de Lepanto.

En el año 1561 por Real cédula de 8 de mayo, Felipe II trasladó la corte a Madrid.

La consecuencia más inmediata fue el crecimiento de población de Madrid, hasta entonces ciudad castellana media, con gran despoblamiento de Toledo pues eran muchos los servidores del rey allí afincados. Toledo perdió protagonismo en la política del rey y disminuyó su población.

También la red tradicional de caminos cambia y a partir de ese momento tuvieron como centro Madrid. La atrevida decisión del entonces joven Rey marcó el futuro de Madrid como ciudad.

En estos años Aranjuez era una granja del Rey que llamaban Real Bosque de Aranjuez, una gran finca de caza con la vega hecha un bosque.

Felipe II la denominó Real Sitio y en 1551 creó allí el primer jardín botánico del mundo, también una fábrica de perfumes (destilería de aguas de olor y medicinales) y construyó un palacio, en 1561, dirigido por Juan Bautista de Toledo y Juan de Herrera (el mismo que el Escorial).

Los pobladores de Aranjuez eran escasos, tendrían que pasar unos 140 años para que la nueva dinastía de los Borbones desarrollaran Aranjuez, su población y sus palacios, como los conocemos actualmente (como también ocurrió con La Granja de San Ildefonso y El Pardo).

Felipe II mandó incrementar el Real Bosque de Aranjuez y para ello encargó permutar terrenos de la orilla izquierda del Tajo, a los pueblos de alrededor.

Permutó la dehesa de Cinco Yugos (quizá de Yepes o de Añover) y Soto Redondo de Añover por tierras del rey al lado de la Alhóndiga, también permutó más tierras a Borox, Yepes, Barciles y Aceca, hasta dejar el término de Aranjuez como lo conocemos, que llega hasta Algodor.

En Cinco Yugos ya se habían agregado otras dos pequeñas aldeas que había en la vega a las que llamaban Pela y Cabeza. (¿Será casualidad que estos nombres pervivan en Añover, pues aún hoy hay familias a las que se les llama los Pela y los Cabeza?)

Los de Añover no permutaron al rey el Soto de Añover o ahora llamado Soto del Lugar, porque seguramente lo necesitaban mucho poder disponer de su pasto. Hoy el paraje del Soto del Lugar es el único terreno del municipio de Añover incrustado en el término de Aranjuez, al otro lado del rio Tajo.

El 23 de abril de 1563 comenzaron las obras de El Escorial, el rey había consultado sobre su ubicación a matemáticos, astrónomos, monjes y doctores (y quizá a algún pastor si lo encontró en sus paseos por la zona) tardó 21 años en su construcción.

Mucho se ha escrito del Escorial, pero me parece interesante resaltar la gran biblioteca que el rey ordenó construir y que atesora el saber de la época en matemáticas, medicina, alquimia, botánica, astrología, etc.

Una vez terminado el Escorial Felipe II, residió en él, cuando sus asuntos se lo permitían.

En 1.567 ya había en la torre de Añover dos campanas que celebraron con alegría, las llamaron Santa Ana y Santa Bárbara.

El esfuerzo que se hizo en Añover en la construcción de la torre y la

compra de las campanas debió ser muy grande, pues los recursos de sus gentes eran escasos. El chapitel o remate de la torre, conforme lo conocemos hoy, debió esperar hasta el año 1787.

Cuatro años más tarde de traer las campanas a Añover, en el año 1571 se ganó la batalla de Lepanto, que frenó la expansión turca por el Mediterráneo y permitió el comercio por mar.

De su participación en esta batalla, se enorgullecía Miguel de Cervantes a pesar de que le hirieron y quedó manco, tendría entonces Cervantes unos 24 años.

 

Félix Alejandro Sánchez Sánchez hijo de Añover.

Para el aniversario de 800 años de la concesión de Carta Puebla a Añover