LA ERMITA DE SAN BARTOLOMÉ, siglo XVIII nueva ermita.
En 1683 se produce la ruina de la Iglesia Parroquial de
Santa Ana, construida entre 1530 y 1575, aumenta la ruina de la fábrica
parroquial, hasta el punto de tener que cerrar el edificio al culto; sacando al
Santísimo Sacramento, que se traslada a la Ermita de la Vera Cruz; y se distribuyen entre esta ermita y la de
San Bartolomé, los retablos, imágenes, y ornamentos.
El siglo XVIII trajo
un período bonanza económica y progreso económico en la Villa de Añover de Tajo,
situación que tiene su reflejo en las distintas instituciones del pueblo.
La antiquísima
Cofradía de San Bartolomé, realiza una serie de obras y adquisiciones de
importancia en su ermita:
En 1714 Nicolás Trevisano realiza el retablo del altar mayor, dorado en 1725 por Patricio López.
En 1723 se instalan unas puertas nuevas de “toda moldura”, realizadas por José Cabeza de
Pantoja.
En 1726 el escultor Diego Rodríguez de Lima, realiza los altares laterales para el Cristo de la
Misericordia y Nuestra Señora de Gracia, que se veneraban en esta ermita.
En 1735 se adquiere una cruz
de plata labrada, para el pendón de la Cofradía, realizada por el platero
toledano Tomás Reino.
En 1738 se construye un altar
portátil y tres mesas de altar, para realzar el culto del Santo, en los
días en que se trasladaba en procesión, desde su ermita a la Iglesia
Parroquial.
Se adquieren importantes objetos de plata, casullas y ornamentos; destacando por su importancia el trono de plata para San Bartolomé, realizado en Toledo en 1764 por el gran artista platero Manuel de Bargas; así como la peana para este mismo trono, realizada en plata en 1759 por el madrileño Carlos Gómez, tanto el trono como la peana se han conservado hasta hoy. Unas importantes andas nuevas fueron talladas en Toledo por el escultor Pedro de Luna, que fueron doradas por Chrisósgono Sánchez de Ortega.
El Cabildo de la Cofradía de San Bartolomé, encarga
constantemente, tiradas de estampas con la imagen del Santo:
“Se pagaron 222 reales y medio por Pedro Gómez Gutiérrez,
vecino de Añover, por la impresión y papel de 3.000 estampas.”
Se pagan 1082 reales, coste de 6900 estampas impresas, para
distribuir entre fieles y devotos del Santo; pagados a Julián Nicanor, “tirador
de ellas”.
Se abonaron el 6 de Septiembre de 1770 a Julián Nicanor, que
las tiró, la cantidad de reales de vellón; importe de 3.000 estampas nuevas con
la imagen del Santo para distribuir entre fieles y devotos.
También se ha conservado algún ejemplar de estas estampas
del Santo.
En 1767 se adquieren una cruz y dos candeleros de plata realizados en Toledo por Manuel Giménez.
En 1769 se realiza un
pretil y se enlosa con piedra, bajo el proyecto y dirección de Pablo
Giménez, profesor de arquitectura en Añover. La cofradía adquiere un órgano realizado por el maestro
organero toledano Francisco Díaz.
En 1773 se adquiere un trono
para el Cristo de la Misericordia. En 1775 se realizan importantes obras en la cueva; y también en los
graneros, en donde se recogían los donativos en grano de los devotos,
realizadas por Bernardo Fernández, maestro cantero.
En 1780 se adquiere la cajonería,
un terno, y seis ramos de flores de plata con sus macetas.
Hoy en día San
Bartolomé continúa siendo el Patrón
de Añover de Tajo y en su honor se celebran las fiestas patronales que dan
comienzo el 24 de agosto.
Textos de los libros: Añover de Tajo, historia y patrimonio (Baraka Arqueólogos) e HISTORIA DE LA VILLA DE AÑOVER DE TAJO(1222-1848) de Evaristo Martín Sandoval y Carmen Travesedo y Colón de Carvajal
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