viernes, 8 de abril de 2022

AÑOVER, PRINCIPIOS DEL SIGLO XIX (5)- Félix Alejandro Sánchez Sánchez

 

Análisis de la población en Añover en estos años (3). Empezamos por el campo: Jornaleros, labradores, meloneros y hortelanos.

En Añover de un total de 277 mozos, el 72% se dedicaban a la agricultura, actividad mayoritaria, de los cuales el 44% se declaran jornaleros, el 16% labradores, el 9% meloneros y el resto hortelanos.   

Más del 9% eran ganaderos, repartidos entre pastores y yegüeros.

Casi un 8% se repartían entre panaderos, sastres, zapateros, herreros, yeseros y albañiles.

Y el 6% eran arrieros, carreteros, comerciantes o trajineros. 


Los jornaleros eran la parte social mayoritaria y más débil, mano de obra que solo trabajaban cuando les necesitaban y si el año venía mal, no había trabajo para muchos de ellos. Revelador es lo que dijo el Cardenal Lorenzana, en una Pastoral de 1778:

 

“Sucede en muchas provincias y especialmente en La Mancha, que casi toda la subsistencia de sus habitantes dependen de dos frutos: es a saber el pan y el vino y que los mas de sus vecinos de un pueblo o villa grande son jornaleros, cavadores de viñas, mozos de mulas y de bueyes, dependientes de tres o cuatro ricos hacendados. Si por casualidad se
tuerce o falta la cosecha de los dos referidos frutos, entonces por cesar y faltarles la soldada y jornales, sólo piensan en desamparar el pueblo, toman el jumento, le ponen encima unas aguaderas de esparto, meten en ella a sus tiernos hijos y sin destino se echan a pedir por todo el reino. En este miserable lance y mudanza de vida perdió el pueblo un vecino y la esperanza de que lo fuesen sus hijos, perdió el rey de un golpe cuatro o cinco vasallos y tributarios en el consumo de los abastos por menor, perdió el ejército uno o dos soldados, perdieron los ricos para los años abundantes sus operarios, perdió el párroco sus derechos de bautismo, casamientos y entierros; perdió el clero algunas limosnas de sufragios, perdió el reino pobladores y perdió la buena educación de aquellos niños en el Santo temor de Dios.”

 

Quienes más perdían eran aquellos que se veían obligados a abandonar su pueblo en épocas de carestía, dejando su arraigo y lo poco que tuviesen, arriesgando su vida la de su mujer y sus hijitos. En temporadas de escasez tan duras, se solían encontrar a pobres muertos en caminos y pajares.

 

Los labradores en Añover eran propietarios de pocas y malas tierras, la mayoría de las tierras que llevaban eran arrendadas a los condes de Arcos, que además de ser propietarios de muchas tierras y casas de Añover, eran los administradores de las tierras de arzobispo de Toledo, Señor de Añover. También arrendaban tierras en Barciles u otros sitios. Para asegurar el pago de las tierras que arrendaban, en los contratos debían hipotecar sus tierras o casas (más de uno se debió arruinar).

 

Sembraban principalmente trigo o cebada, sembraban un año y otro lo dejaban de barbecho y solían cambiar el cereal. También sembraban garbanzos, habas, lentejas, judías, alcarceña… en menores cantidades. 

 

El ayuntamiento tenía un depósito de grano o pósito, guardado con dos llaves, una la llevaba el responsable del pósito y otra un cargo del concejo de Añover.

 

Para prestar grano a los agricultores de Añover que lo necesitasen y pidiesen, el préstamo lo realizaba el ayuntamiento a grupos de tres o cuatro labradores, todos respondían solidariamente por lo prestado al grupo (por si alguno tenía una desgracia el común no perdía). Una vez cosechado y recogido tenían que devolver lo prestado más las creces (que era como un 4% de lo prestado). Este pósito servía a la vez como reserva del pueblo para los años de escasez y era el primero al que recurrían las tropas para su abastecimiento en caso de guerra.  

 

Eran en esta época labradores de Añover: Tomás Sánchez Díaz casado en 1791 con Benita Parra; Bonifacio Carmena Ortega casado en 1785 con Francisca Carmena; Pedro Sánchez Comendador casado con Justa Agudo del Vellón; Leonardo Carmena casado en 1791 con Mª Andrea Fernández. Todos ellos ascendientes mios, abuelos o bisabuelos de mis abuelos. 

 

Meloneros y hortelanos. Arriba en el pueblo había dos huertas, la de San Bartolomé de la ermita y la de la fuente de las mulas que el ayuntamiento arrendaba a particulares, ambas muy apreciadas desde antiguo. En la vega regaban mediante norias o zubas de madera a las que ataban los cangilones, de barro cocido, con cuerdas de esparto, la cantidad de agua que sacaban con la fuerza de mulas o borricos dando vueltas, solo daba para pequeñas huertas. En esta época los melones de Añover tenían fama, seguramente los sembraban en la vega, casi todos de secano o regados con poca agua. 

 Félix Alejandro Sánchez Sánchez hijo de Añover. - 27 de diciembre de 2021, para la celebración de los 800 años de la Carta Puebla de Añover.




Imágenes: Historia de BenaventeEl pescaLa vida en el campo

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