sábado, 22 de enero de 2022

SIGLO XVI - (1) De 1500 a 1518

 

De 1500 a 1518, arrendamientos, producción de la tierra, aumento de la población, con disputas y contenciosos que seguirán en el tiempo.


En 1507, hubo una “pestilencia” en Alameda y quedaron unas 13 familias, cuando eran muchas más. Ante la mortandad de una epidemia solo quedaba huir.


En 1511, el Cardenal Cisneros firmó un documento confirmando a Don Juan Niño, en la titularidad de los derechos sobre las tierras de Añover (titularidad del censo perpetuo), pero también dictó unas nuevas condiciones que obligan a los titulares del censo, al reconocimiento y renovación del Censo por el arzobispo de Toledo cada cinco años. Y estableció que el pago del alquiler o censo se haría en Illescas, de cuyo Arciprestazgo dependía Añover y el pago se realizaría dividiendo en dos partes los 10.050 maravedíes al año que se pagaba cada año y un pago se realizaría en Pascua Florida y otro por San Miguel.

También el Cardenal Cisneros declaraba la continuidad y vigencia, del antiguo Fuero de Población de Añover, concedido el año 1222 por Fernando III y garantiza la integridad e indivisión del término de Añover, prohibiendo el traspaso del censo a Iglesias, monasterios, fábricas, cabildos y a “caballeros”, o personas del Estado Noble.

En 1513, el Cardenal Cisneros crea el pósito de grano en Illescas. Los pósitos o depósitos de grano era una importante obra social por permitir disponer de grano para simiente a los agricultores y con sus reservas podían servir de alimento en años de carestía. Los pósitos de la iglesia tenían como fin ayudar a alimentar a los más necesitados.

En 1518, Juan Niño denunció al Concejo de Añover aduciendo que se le impedía a él, Juan Niño y a otros vecinos, meter sus ganados de labor en el Soto del Lugar (dehesa al otro lado del río Tajo, propiedad municipal destinada a la alimentación de ganado de trabajo, mulas, borricos o bueyes) de uso común entre los vecinos.


El Concejo formado por Antón García alcalde y Juan Cano y Diego Muñoz regidores, en 1517 había arrendado el Soto Redondo del lugar, a unos serranos para sus bueyes por 3.000 maravedíes. El año siguiente, 1518, Bartolomé Díaz, alcalde y Bartolomé García y Diego Doblado, regidores, habían vendido las yerbas del Soto del Lugar a los mismos vecinos y moradores de Añover, por 6.500 maravedíes.

Al parecer el Concejo de Añover con anterioridad y para la construcción de la nueva iglesia en Añover de arriba, había vendido la yerba y pastos del Soto, con consentimiento de Juan Niño, pero este año de 1518 ya se había terminado la Iglesia de Santa Ana y no había razón para que el concejo arrendara este Soto que tanta falta hacía para alimentar a los animales de trabajo.


Este último dato es importante pues nos indica que la iglesia de Añover de arriba ya se había terminado en 1518 (esta iglesia entraría en ruinas y después de mucho tiempo sin arreglar, decidieron derribarla. En 1730 se construyó la existente en la actualidad, mayor que la anterior.)

Desde que se cambió el pueblo a la parte alta, había aumentado mucho la población, Añover de arriba tenía ya 90 vecinos (ó 90 familias), había plantadas 200 aranzadas de viñas, muchas de ellas nuevas, trabajaban en la labor más de 50 pares de bueyes y otras bestias de arada, había en Añover 500 cabezas de vacuno, 200 cabezas de ganado caballar, 4.000 ovejas y 500 puercos.

Juan Niño labraba con 20 bueyes propios y 3 pares de mulas, tenía casas en Añover y según decía las habitaba frecuentemente en compañía de su mujer Doña Aldonza y sus hijos, viviendo también en ellas sus mayordomos, empleados y criados.

Por todo lo cual Juan Niño aducía que no había bastante pasto en el término, para los ganados de los vecinos y que en algunos casos se veían obligados a buscar pastos fuera de Añover ya que el ganado vacuno de labor o las yeguas, en invierno no se podía sustentar solo con paja.

Además el Concejo vendía fuera la leña que era necesaria para los
vecinos de Añover .

 

En el auto consta que Añover continuaba siendo aldea, tierra, término y jurisdicción de la ciudad de Toledo que la proporcionaba justicia y regimiento, disfrutando Añover de las ordenanzas, fueros, estatutos, usos y costumbres de la ciudad de Toledo.

Por derecho los vecinos de Añover no disponían de más propiedades que las tierras del término y solamente con el derecho de poderlas labrar y coger sus productos, sin ser sus propietarios podían gozar de sus frutos si la trabajaban duro y pagaban sus impuestos, pero si durante dos años las dejaban de labrar, se las podía quitar otro vecino de Añover dispuesto a trabajarlas.


 

 

Félix Alejandro Sánchez Sánchez hijo de Añover.

Para el aniversario de 800 años de la concesión de Carta Puebla a Añover.


Imágenes: La tercera , Revista de historia , Español 302.

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