Año 1604
Los mencionados hechos se sitúan en relación con la
conflictiva elección de oficios del año 1604. Se trata de uno más de los accidentados procesos de designación de oficiales del
concejo, de los que he acopiado información. Francisco Martín de Cuéllar, nominado para alcalde ordinario, pide
ser exonerado dado que el año anterior había ejercido el cargo de procurador
general del concejo. Francisco Ortega el
Viejo, nominado para el cargo de mayordomo del concejo, pide también ser
exonerado, alegando ser demasiado anciano, además de analfabeto. No hace falta
ser muy avispado para deducir la aviesa intención del consistorio añoverano,
cuyo propósito no esconde cierto matiz
desafiante hacia la autoridad de Toledo.
Después de reiterados mandamientos conminatorios, finalmente claudican
los electores añoveranos, formulando nuevas propuestas. Toledo vuelve a rechazar las nominaciones, haciendo la elección en
personas ajenas a las propuestas por el concejo añoverano y apresando y
encarcelando a parte de los oficiales en ejercicio, no sólo por
desobediencia al rechazar la designación realizada, sino también por negarse a
mandar propuestas dobladas para que el Ayuntamiento capitalino nombrase los
alcaldes de la Hermandad. Por parte de
Añover se lleva a cabo un requerimiento al corregidor de Toledo, a través
de Juan Vázquez de Coronado,
procurador de causas de Toledo, en estos términos:
"Digo que los dichos
mis partes ha muchos días que están presos en esta ciudad por decir que no han
querido hacer nombramientos de alcaldes de la Hermandad de este presente año de
604, para que vuestra señoría los elija. Y, en cuanto a esto, los dichos mis
partes tienen significado a vuestra señoría la causa por que no han hecho el
dicho nombramiento. Y ahora, de nuevo, ha venido noticia a mis partes que los
señores don Alonso de Alcocer,
regidor, y el señor Alonso Sánchez
Hurtado, jurado, comisarios, han hecho el nombramiento de alcalde ordinario
en el dicho lugar y nombraron a Marcos
Gómez, vecino de él, sin ser nombrado por el dicho concejo. Y aunque el
dicho Marcos Gómez aceptó el dicho
oficio por temor de las penas que se le impusieron, queriendo usar el dicho
oficio no le obedecen, por no ser nombrado por el concejo y elegido por vuestra
señoría.
Y parece que de lo susodicho se han de seguir y siguen nuevos inconvenientes, como consta de estos recaudos y testimonios que presento. Y pues el nombramiento de alcalde ordinario, justicia y regidores y alguacil y los demás oficios no hay de dar diferencia alguna, pido y suplico a vuestra señoría mande proveer dos cosas. La una, que se haga el nombramiento de alcalde y justicia ordinaria y los demás oficios, con lo cual cesarán los inconvenientes que podían resultar, pues en cuanto a lo susodicho, los dichos mis partes han hecho legítima elección. La segunda, que vuestra señoría se sirva mandar que los dichos mis partes sean sueltos de la prisión en que están, pues por los testimonios que están presentados, de muchos años y tiempo inmemorial a esta parte están en posesión de hacer el nombramiento de alcalde de la Hermandad en el dicho lugar sin traerle a este Ayuntamiento, ni llevar de él confirmación alguna. En lo cual se hará justicia. Y protesto lo que protestar me conviene.""
Continuará …
Foto: Fernando Moreno |
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