miércoles, 15 de junio de 2022

EL PRIVILEGIO DE VILLAZGO DE AÑOVER DE TAJO. Antecedentes (2)

 ¿Qué ocurrió realmente de 1604 a 1639 en Añover? (2)

Continuamos con la crónica ofrecida por el Historiador D. Juan Manuel Magán García, conferencia en el Salón de Plenos del Ayuntamiento de Añover de Tajo el día 30 de Abril de 2001 con motivo de la VI Semana Cultural, con el título: 1639, un año crucial para la villa de Añover de Tajo. Se pone interesante.

1604, continuación

Como quiera que el corregidor de Toledo hizo caso omiso al referido requerimiento, Añover apeló ante la Real Chancillería de Valladolid. No se amilanó, a pesar de lo oneroso de trámites de este cariz. Presentan toda la documentación y los testimonios pertinentes,

consiguiendo finalmente una Real Provisión, fechada en Valladolid a 6 de febrero de 1604, que admite la inocencia de los encarcelados y la improcedencia de las decisiones adoptadas al respecto por las autoridades de Toledo. De forma taxativa la Real Provisión ordena que luego soltaseis a sus partes de la prisión en que los teníais por la dicha causa libremente y sin costa alguna de lo susodicho, y les volvieseis la nómina de oficiales que habían hecho para este presente año con el nombramiento hecho, para que usasen y ejerciesen los dichos oficios los elegidos y nombrados para este dicho año, y que guardase su costumbre.

La cosa no debió quedar aquí. El Ayuntamiento capitalino acató la Real Provisión anteriormente reseñada, pero no cumplió lo en ella mandado, al menos en su integridad. Por todo ello vuelve Añover a la Real Chancillería, de la que consigue una nueva Real Provisión, fechada el 12 de julio de 1604, en virtud de la cual solicita que Toledo remita a la Chancillería el Libro de la Razón en el que anotaba los nombramientos de justicias de los pueblos de su jurisdicción, a fin de efectuar algunas comprobaciones. Toledo recibe la notificación de esta segunda Real Provisión el 29 de julio, cumpliendo lo en ella ordenado el 4 de agosto. Entre tanto, Toledo se había dirigido a la Chancillería alegando la costumbre inmemorial de designar alcalde de la Hermandad y cuadrilleros en los pueblos de su jurisdicción, de todo lo cual hay constancia en otra Real Provisión de la Chancillería vallisoletana, fechada el 17 de julio del mentado año 1604.

En fin, trámites y más trámites, hasta definitivamente conseguir su propósito el concejo añoverano, que a la postre logró hacerse imponer su designio con un empeño y vehemencia fuera de toda duda.

Este tipo de incidente, por llamarlos de algún modo, no son sino

metáforas del desafío de un envalentonado David que no duda en enfrentarse a la arrogancia de un cada vez más decrépito Goliat. La tensión que traduce este tipo de incidentes pone de relieve, en definitiva, el progresivo malestar de un colectivo ansioso de libertad, cuyo afán de independencia se fue nutriendo poco a poco de episodios como el reseñado, al que cabe sumarse otros muchos, entre los que no me resisto a destacar el ocurrido con motivo de la elaboración y aprobación de las ordenanzas municipales elaboradas en 1597, cuyo análisis sería muy interesante, pero lo dejaremos para otra ocasión, si la hubiere, pues el tiempo apremia.

Estos incidentes y otros de semejante traza no hacen sino ofrecer pistas al historiador sobre las ansias de libertad de aquellos pueblos, como Añover, tanto tiempo sometidos al yugo de fuerzas extrañas que se arrogaban el derecho de decidir por ellos, determinando los modos y las personas que habían de ocupar los cargos representativos del vecindario en sus concejos. Fueron incontables los incidentes en relación con la mayoría de los pueblos sujetos a la jurisdicción del corregimiento toledano. Me pondría a relatarlos y no acabaría en mucho tiempo.

Continuará ...




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