Análisis de la población en Añover en estos años (5). Terminamos con el maestro, el médico, el boticario y barbero o cirujano, el albéitar o veterinario, arrieros y carreteros, en 1844 población total, 1.435.
También había maestro de escuela, contratado en parte por el
ayuntamiento y otra parte de su sueldo lo pagaban los alumnos mediante una iguala por alumno, aunque debía también enseñar a un número determinado de niños pobres que le señalaba el ayuntamiento. El sueldo era muy bajo y en esta época Casimiro Gómez Ortega, ya viejo, donó una habitación para que habitara el maestro de Añover.Médico,
contratado también por el ayuntamiento, pero en este caso, por una cantidad
importante para la época, a cambio debía atender a todos los vecinos en sus
enfermedades, aunque en el contrato se especificaba que entre sus obligaciones
no entraba hacer sangrías ni aplicar ventosas, sanguijuelas ni cantáridas
(estas obligaciones eran de cirujanos). Tampoco entraban los partos normales
(no son enfermedades y asistían comadronas), ni los heridos llamados de mano
alzada que eran por riñas o duelos (en su tiempo hubo muchos duelos que se
prohibieron), ni las enfermedades venéreas que debían costearlas quienes las
cogieran. El médico no se podía ausentar del pueblo sin permiso del alcalde,
salvo causa mayor.
Las medicinas del boticario y los servicios del cirujano y/o barberos, relacionados con curas, sangrías, temas de higiene, sacamuelas y enfermedades de la piel, eran pagados por sus trabajos por los vecinos que las necesitasen. Diego González casado con Mª África Díaz (bisabuelo de mi abuelo Félix) era en esta época cirujano titular de Mocejón.
El albéitar o
veterinario se dedicaba a los animales de labor, vacas u ovejas, (a perros y
gatos nada de nada) y los agricultores y ganaderos solían pagar una iguala para
que sus animales fueran atendidos si caían enfermos y no les causase un roto en
el bolsillo. Eran como los talleres de coches en la actualidad. Manuel Villarta
Cabrera casado con Crisanta Laín (bisabuelos de mi abuela María), era en esta
época albéitar en Alameda.
Arrieros y carreteros eran los transportistas y tenían gran importancia en el comercio. En esta época en Villaseca había muchos dedicados a la venta y acarreo de cacharros de barro, que fabricaban en Villaseca y en Alameda, aunque había menos, se dedicaban al transporte de yeso. Otra vez aparecen las mulas que se podían emplear para el transporte y si no había este trabajo se empleaban en labores agrícolas.
Se utilizaban mucho las reatas de mulas debido a que muchas
carreteras y caminos no permitían un buen paso para carros. Alfonso Parra casó con Faustina Gómez en
1763, (tatarabuelos de mis abuelos Marcelino y Félix) y en esta época fue un
importante arriero de Añover, con bastantes pares de mulas y algún carro.
El día 24 de agosto, día de San Bartolomé, junto a la alegría de la gente
que hacía un receso y descansaban de sus labores para disfrutar de la música, los toros, las procesiones y las relaciones entre vecinos, había en Añover una importante feria de ganado que atraía a muchos forasteros, los ganados de labor eran muy importantes en esta feria, en Illescas se celebraba otra feria de mayor magnitud el 31 de agosto.En el Libro de bautizos número 16, folio 99, de la parroquia
de Añover el cura Juan García Palacios reflejó lo siguiente:
Día 2 de diciembre de 1844 a la Diputación Provincial sobre el número de feligreses:
Félix Alejandro Sánchez Sánchez hijo de Añover.
- 27 de diciembre de 2021, para la celebración de los 800 años de la Carta
Puebla de Añover
Imágenes: Educapeques
– marcianosmx
- etnoleon
– Fernando Moreno (Mís raíces, villa de Añover)
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