En 1684 se crea en Añover un Pósito Pío a iniciativa y con fondos correspondientes al Cardenal Arzobispo de Toledo Don Luis Fernández Portocarrero, Señor Solariego de Añover.
La atención de los prelados toledanos hacia los pósitos píos, tenía el importante antecedente del Cardenal Cisneros, que dejó fundados a sus expensas, los Pósitos de Toledo, Alcalá de Henares, Torrelaguna, y Cisneros.
Este nuevo pósito garantizará a los agricultores la disposición de grano para simiente a un bajo rédito, el mantenimiento de un precio frente a las fluctuaciones de mercado, y la disposición del mismo para consumo en las crisis de subsistencia.
Nuevo ordenamiento de los pósitos
El servicio de pósitos, regido y gestionado por el Concejo a través de un “Mayordomo del Real Pósito”, nombrado por los vecinos, pasa por Decreto de 16 de Marzo de 1751 a dependencia del Secretario de Estado y del Despacho Universal de Gracia y Justicia, nombrado Superintendente General de todos los Pósitos del Reino, inhibiéndose a los demás tribunales y magistrados que hasta entonces habían entendido de ellos.
Por una Real Cédula de 2 de Julio de 1792, se reglamenta la administración y dirección de los pósitos, que tendrá vigencia hasta el año 1877. Esta Real Cédula incide en la importancia del Pósito en
cuanto "sus fondos en trigo y en dinero son los auxilios más necesarios para la conservación y aumento de la población, que es el nervio más principal del Estado, pues se sostiene en tiempos de calamidad y carestía de granos por medio de panadeos que corren al cargo de las Justicias y Regidores, baxo la más exacta cuenta y razón, proveyéndose no solo a los vecinos, sino también los transeuntes y tragineros que conducen géneros y bastimentos de unos pueblos a otros, y dejarían de hacerlo si les faltasen estos auxilios con grave daño público…, sirviendo igualmente dichos fondos para el fomento de la agricultura con los socorros de granos y dinero, que se hacen a los labradores en tiempos de sementera, barbechera, y otros de urgentísima necesidad, sin los cuales no podrían subsistir por ser el mayor número pobres que cultivan por arrendamiento tierras ajenas…".Y llegamos al fin a una Circular de 4 de julio de 1.907 en la que se ordena a los Ayuntamientos que deben proceder "a convertir en metálico el trigo de mediana calidad existente en el pósito", convocándose al efecto subasta para "vender el caudal que en especie tienen los pósitos para convertirlo en metálico", de esta forma paliar la deuda acumulada.
Se convierten así los Pósitos exclusivamente en una institución de crédito local, que apoya actividades que no tenían por qué ser estrictamente agrícolas, pasando de esta forma a la historia.
Artículo basado en el libro inédito: Evaristo Martín de Sandoval y Carmen Travesedo y Colón de Carvajal, Historia de la Villa de Añover de Tajo (1222-1848).
Capítulo anterior:
Pósitos en Añover de Tajo, Felipe III en 1606
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Comenta que nos interesa