El censo enfitéutico pasa a la familia Niño, durante 5 siglos hasta su desaparición.
A la muerte de Don
Luis sus hijas Doña Constanza y Doña
Isabel Carrillo, ponen en ejecución las mandas del testamento que otorgó en
1479; una de cuyas cláusulas, ordena el pago de una deuda contraída en la
pasada guerra, y para cuya satisfacción autorizaba el testador la venta y traspaso del el Censo Perpetuo de Añover,
lo ofrecen en retracto y tanteo al Arzobispo de Toledo, que renuncia y autoriza
a las hermanas Carrillo, para vender y traspasar el Censo a favor de Rodrigo Niño; de este trámite existe un
acta del Notario Apostólico Pedro de la
Puente en Alcalá de Henares el 10 de Febrero de 1480.
“…conosçemos por esta presente carta que vendemos e traspasamos a bos Rodrigo Niño hijo del honrrado caballero Hernando Niño que Dios aya, uno de los rejidores de la dicha ciudad de Toledo…”
“...e con el cargo de
todas las condiciones e obligaciones del dicho censo e tributo, los quales
dichos diez mill e zinquenta maravedies del dicho tributo se pagan en cada un
año la mitad por el dia de Pasqua Maior e la otra mitad por el dia de San
Miguel de septiembre de cada un año según que en el dicho contrato del dicho
zenso se contiene,…”
Eran los Niño una de las principales familias de la nobleza toledana, que con anterioridad, ya poseían tierras y hacienda en Añover, estaban decididos a tener una relación muy estrecha con el pueblo.
En 1511, con ocasión de realizarse la primera transmisión del Censo, se imponen por el Cardenal Cisneros al nuevo titular, Don Juan Niño, unas nuevas y transcendentes cláusulas:
Se obliga a los titulares, a
que cada cinco años impetrasen el reconocimiento por el Arzobispo de Toledo; se
declara expresamente, la vigencia y efectos, del Fuero de Población de 1222; se garantiza la indivisión del término de
Añover; y se prohíbe el traspaso del Censo a instituciones religiosas y a
miembros de la nobleza. El Papa león X expidió una bula plomada en Roma el 7 de
Enero de 1517 confirmando el acuerdo.
Con este importante patrimonio añoverano, quedará dotado en
1533 el mayorazgo familiar, que se irá transmitiendo, quedando así vinculadas
villa y familia, durante cinco siglos.
En 1575 se redacta y remite a Rey Felipe II, la contestación al célebre interrogatorio de las
“Relaciones”, que aportan una primera visión general de Añover, había aumentado
mucho la población de sesenta años a esa parte; pasando de ochenta a
trescientas familias, la mayoría de labradores. Se cosechaban un total de 10.000 fanegas de grano; trigo, y
mayormente cebada; cerca del río se plantaban entonces viñas y frutales; que
producían: manzanas, jabíes, peras, ciruelas, duraznos, manzanas, membrillos,
guindas, melocotones, etc.
Y todo tiene su fin hasta el Censo Enfitéutico, así reunida en Toledo el 16 de Marzo de 1846, la Comisión de Culto y Clero del Arzobispado;
reconoció a favor del poseedor de los bienes del antiguo Mayorazgo de Niño, la Titularidad del Censo Perpetuo de Añover, que
había recaído en la persona de Don Diego
Isidro de Guzmán y de la Cerda, Conde de Añover de Tormes y de los Arcos;
quien por escritura pública otorgada en Madrid en 1848, de común acuerdo y
conjuntamente con los vecinos de Añover de Tajo, establece el convenio, por el
que liberados de los antiguos contrato
de censos enfitéuticos, los vecinos acceden finalmente a la plena propiedad de
sus tierras e industrias. Concluye así felizmente, el primer período de la
Historia de Añover (1222-1848).
En fecha tan memorable y fundamental para la Historia de
Añover, estaban avecindadas 1.554
personas, que vivían en las 320
casas existentes en la villa.
Artículo extraído del libro inédito: Martín de Sandoval,
Evaristo, y Travesedo y Colón de Carvajal, Carmen, Historia de la Villa de
Añover de Tajo (1222-1848).
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