Llega San Bartolomé y los que estén haciendo carroza ya pueden apretar, empiezo el mes poniendo una crónica de las fiestas, EL ECO TOLEDANO, "Diario defensor de los intereses morales y materiales de Toledo y su provincia".
El cronista se define como el heliógrafo acuático V. y O. (Verde y Oro), y desde luego un enamorado de Añover, de sus hombres y mujeres, de los toros y sobre todo de las Fiestas de Añover.
¿Sabéis la fecha de la crónica? 24 de Agosto de 1911.
EN PLENA
FIESTA
(Por el
heliógrafo acuático V. y O.)
… Ya suben de la reguera los regadores.
Ha pasado un año. Los son los mismos hombres que vi ascender
por la cuesta el anterior hacia la
simpática y rica villa de Añover de Tajo. Más curtidos, un año más viejos pero un siglo más jóvenes.
Cada día más animosos y entusiastas por la vida y prosperidad de su pueblo.
Han labrado, y han obtenido unos puñados de pesetas, que
después de mantener el sustento de casa saben tener corazón y humor para gastar
en la fiesta el sobrante – el verdadero hierro del ahorro, esas piezas que
estorban en el bolsillo, - y que pasan al cajón del vendedor de feria. Ese
dinero tan sagrado es suyo, no pertenece a nadie. Se ha acuñado con el sudor de
sus músculos activos de trabajo, y los funden con otra secreción la de la
alegría de su día de fiesta.
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Un abrazo amoroso, un beso filial y un estrechón de manos,
por la bienvenida, con el prólogo del festejo, en estos hombres nobles.
Después…, a fraternizar, a contar pasados y presentes; a beber –al que le
guste- a gozar, a corresponder.
Al mismo tiempo que ellos, sube la cuesta el cronista, un
servidor, delegado por mi ECO TOLEDADO; y desde que descubro la blanquísima Ermita
de San Bartolomé escucho el fino sonido –el perfecto acorde- de la
brillantísima banda de Ocaña que dirige D. Pedro Medina ¡Es la fiesta!
No puede darse en
otro pueblo de esta ribera sagreña mejor programada. Hay en Añover dinero. Hay
en Añover talento. Hay en Añover sangre de fiesta. ¡Hay allí muchos
hombres, y entre ellos existe uno que maneja la batuta municipal: D. Ramón Ortega, su Alcalde y talentudo
labrador que siembra plata y recoge oro!¡Es la fuerza que sabe aprovecharse
para ella sacar muchas fuerzas y con ellas abrir las puertas del progreso!
Un pueblo sin brazos,
es manco. Añover no, los tiene muy desarrollados y los mismo son para empuñar
el apero labriego, que para abrirlos y abrazar al forastero diciéndole:
Estás en un pueblo honrado, que solo una vez al año se divierte, después de
haber cumplido con el pan de Dios; y en el día del Santo se solaza con todos
los que venís a visitarnos.
Nuestras casas están a vuestra disposición para todo.
¿Y qué hay que ver? Preguntamos. Leed y veréis.
- ¡Es verdad, no falta aliciente de distracción!
Suntuosísimas funciones religiosas, amenizadas por excelente Orquesta de
Capilla, traída de Madrid, la BANDA de OCAÑA; sesiones de fuegos artificiales,
dos noches; bailes por todas partes; hermosas mujeres; exuberante júbilo;
iluminaciones y… lo mío: Gran corrida de seis toros, de D. Agustín Sánchez,
para Espesito y Antoñete, de Córdoba. ¿Hay quién da más?
El pueblo que no cuente con una gran banda, buen cartel de
toros y magníficas solemnidades religiosas ¿Qué es en sus fiestas? Imitemos a
Añover todas la poblaciones circundantes.
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Me voy al restaurant de Pedro Carmena, y hasta mañana que
continuaré mis crónicas, que serán taurinas festivas. Tengo ganas del bistek, y
se me cae la pluma al ver una hermosa rubia que está a mi vera. ¡No se puede
salir de casa!
VERDE Y ORO
Añover 24 Agosto 1911.
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