Análisis de la población en Añover en estos años (4). Hoy Pastores, yegüeros, comerciantes, trajineros y panaderos. También había herreros, sastres, zapateros y albañiles.
Pastores y yegüeros.
Había bastante ganado de ovejas (que daban tres cosechas, la lana, los corderos
y la leche) y cabras, entre los pastores aparecen un tipo específico poco común
hoy, los yegüeros.
Aparecen yegüeros de Añover que trabajaban en la Real Yeguada de
S.M. que estaba en Aranjuez en Sotomayor (entre ellos Antonio Pascual Soto casado con Luisa Moreno Ortega, bisabuelos de mis dos abuelos Marcelino y Félix), está cuadra del rey la promovió Godoy para la mejora de caballos de monta para el ejército. Los caballos
resultaban un artículo de lujo, eran más baratos y rentables los burros y las
mulas. Sin embargo las yeguas que servían para parir mulas eran muy rentables,
en Añover la crianza de mulas fue importante y de aquí el oficio de yegüero. A
finales del siglo XVIII, Matías Carmena tenía 21 yeguas, ni un caballo, 23
mulas y algún burro en Añover, de donde se deduce que se dedicaba a la crianza
de mulas.
Dentro de la ganadería, la mula era la cabeza de ganado con
más valor por su utilidad, pero su crianza exigía para obtener buenos
resultados, buenos burros sementales, disponibilidad de tierras de pasto o
grano y personal para su cuidado. La mula se considera apta para el trabajo a
partir del tercer año y si era vendida antes, las muletas perdían mucho valor.
Los labradores más
pobres debían disponer de al menos una yunta de mulas que les permitiera
explotar sus tierras o alquilarlas y hacer labores a otros.
En Añover había unas tierras del común destinadas al pasto del ganado de labor de sus vecinos, lo que permitía el mantenimiento de mulas y borricos con mucho menor costo, eran las tierras del Soto del Lugar (de aquí su nombre), que desde la edad media habían tenido este fin. El ayuntamiento, en estas épocas andaba acuciado por sus deudas y durante algunas temporadas alquiló el pasto de parte del Soto del Lugar a particulares, lo que fue objeto de polémica. Por fin, el ayuntamiento terminó por vender el Soto del Lugar a particulares (con el permiso de Toledo) para enjugar las cantidades que debía, pues el pago de los intereses les resultaba cada vez más difícil.
En cuanto a los comerciantes,
decir que todos los consumibles que entraran a Añover debían de pagar algún
impuesto, no así lo que vendían directamente los agricultores o ganaderos del
pueblo. Los trajineros eran
comerciantes ambulantes y recaderos que llevaban y traían diversas materias por
o sin encargo.
Aunque el comercio era pobre, pues apenas había dinero y
prevalecía el autoconsumo de lo que se producía, también había comercios que
abastecían de aquellos materiales no disponibles. Los comercios fijos del
pueblo los adjudicaba el concejo, mediante subasta al mejor postor, para uno o
varios años, así el ayuntamiento recaudaba al realizar contratos por el
comercio de la carne, abacería, mercería...
Manuel Moreno casó en 1784 con Bernardina Ortega
(tatarabuelos de mis abuelos Marcelino y Félix) se quedó durante varios años
con el comercio de la mercería en Añover, era un próspero tratante y
comerciante.
Los panaderos,
entonces tahoneros constituían un comercio aparte, el precio del pan, que era
la base del sustento de todas las clases sociales del pueblo, era en parte
regulado en sus fluctuaciones por el almacén del pósito, pero en años de gran
carestía de trigo, debían comprarlo donde hubiera y podía subir mucho su
precio.
Herreros, sastres, zapateros y albañiles, con sus tareas
ayudaban a aquellos vecinos de Añover que les podían pagar.
Félix Alejandro Sánchez Sánchez hijo de Añover.
- 27 de diciembre de 2021, para la celebración de los 800 años de la Carta
Puebla de Añover.
IMÁGENES: Imágenes de stock
– Hoycampanario – Wikihostelería
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