Siglo XXI (2001-2100)
El siglo XXI se caracteriza por la expansión de la
tecnología, digitalización, internet, las redes sociales nos dan la posibilidad
de interactuar, compartir datos con otras personas de tu mismo lugar de
residencia o en cualquier parte del mundo en tiempo real.
En 2019 aparece un virus en China que
se expande por todo el mundo y se convierte en pandemia, nos ha demostrado que
somos vulnerables y por mucho que hayamos dominado el mundo y la tecnología y
tengamos casi superpoderes, seguimos estando indefensos. Como no podía ser
menos he sido azotado por el virus, varios de mis habitantes se han contagiado
y lo han superado, lamentablemente otros han tenido peor suerte y el virus se
los llevó a día de hoy seguimos en esta batalla.
Gracias a la ciencia y a una sociedad comprometida saldremos de esta.
Mi historia no se podría entender sin ellos, mis
habitantes. Mis habitantes también son gentes venidas de fuera no hace tanto,
personas de otros pueblos, otras provincias, otras nacionalidades y razas, que
empiezan a echar raíces entre nosotros. Habéis creado una sociedad moderna y
diversa, que respeta. Por eso estoy que no quepo de orgullo por ser un pueblo
que acoge al forastero y se convierte en uno más. A lo largo de estos ocho
siglos, miles de personas anónimas han sido los que han construido y dado vida a
este relato, son los verdaderos protagonistas, han dejado su huella
participando en este viaje, estoy agradecido de compartirlo con ellos y les
digo que:
No me canso, no me canso, ocho siglos
asistiendo a la rutina más hermosa. El sol me despierta desde que asoma por el este, cuando en invierno hace
su trayecto diario le busco pero las nubes impertinentes no me dejan disfrutar
de él, en verano le rehuyo mientras me abrasa los tejados, finalizando el
trayecto se esconde detrás del cerro San Gregorio, hasta mañana, y... no me
canso, no me canso que treinta y dos generaciones de añoveranos hayan sido
testigos de este espectáculo.
Este hecho natural, es la representación diaria a la que
acudo como espectador, al igual que mis vecinos. Es un acto que compartimos y
nos une, a la vez es una alegoría de lo mucho que podemos conseguir unidos en
convivencia.
Soy y seré lo que vosotros hagáis de mi.
Javier Escribano Gómez, hijo de Añover
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